Tus últimos rezos

Autora  :   Doris Sánchez

A  los 12  días desde  tu partida  te sigo recordando como todos los días de mi vida, hoy es un día especial para todos los de tu entorno, esta tarde se hará un encuentro en el que te rendirán homenaje y a la vez despedida de la tierra porque oficialmente pasarás a un nuevo mundo en el que de seguro te sentirás más a gusto que antes y no porque no disfrutaras de tus hijos, demás familiares y entorno, de tu entorno, las orquídeas  de tu casa tan floridas que pensándolo bien debiste haber llevado contigo como el recuerdo  y más grato de la apreciación de los colores y la belleza, me refiero al nuevo hogar que te cobijará,  ese que imagino agradable y tranquilo, con música de trompetas de fondo y las aguas corriendo en el manantial de la eternidad, me refiero amada madre a un lugar en el que de seguro habrá tantas cosas bellas que no imaginaras jamás, algo me dice que me miras desde el cielo y te comento que mi vida desde que marchaste ha ido a mejor o al menos me hace sentir más segura, todo se andará, paciencia, fortaleza, la siento venir desde lo alto y se me ocurre recordar que igual repites tus acciones de cuando regresabas de viaje hacia la Capital, dejabas todo en casa preparado pero regresabas y en seguida te ocupabas de todo, no entiendo que nunca estuvieras cansada, que nunca te quejaras ni antes ni al final de tus días, no entiendo cómo tenías el valor de decirme "Vete a dormir" cuando abrías los ojos y me encontrabas delante tuyo pasando mis manos por tu cabellera plateada o por tus  piernas para suavizar tu cansancio, tenías a flor de labios esa sonrisa,   y la  paz que tantos necesitamos, no te quejaste jamás y yo te decía hola mami, ¿cómo estás? y siempre respondías,  Bien! eso te hace más grande ante mis ojos, no nos querías preocupar, así fuiste siempre y para qué cambiar porque se aproximara el final que asumiste con valentía y resignación conforme tu conciencia cristiana, amabas a Dios, te sabías las misas que veías en la tele, el rosario, los credos, los salmos de los que tenías tus favoritos, Salmo 91 y Salmo 23... te recuerdo susurrar, el señor es mi pastor, nada me faltará y la verdad  es que nunca te faltó, él ahora estará a tu lado y conformará tu alma. No eras de ir a la iglesia aunque vivimos tantos años al lado mismo de la Santísimo Redentor en San Juan de la Maguana, siempre decías mis hijas levántense para que vayan a la iglesia, esos domingos en la mañana cuando solo apetecía dormir hasta las tantas, recuerdas al Padre Melchor, ese que venía a reclamarte cuando no veía  a las niñas en la iglesia, recuerdo ha sido el responsable del nombre de mi hermana María de los Reyes porque naciera el Día de los Reyes,el  6 de enero.

 

 

A partir de mañana te prometo madre que hablaré solo de cosas alegres y divertidas, de todos los recuerdos agradables que de tí tengo y de aquellas cosas que nos envolvieron en solidaridad, de tus ocurrencias, tus refranes dominicanos porque te los sabías casi todos, de las fotos que con cariño conservaste durante muchos años, hablaremos de la vida, del amor y de la eternidad, de nuestra tierra y costumbres, hablaremos de tus principios morales, sentimentales y espirituales, de tus consejos y también de tus broncas porque no pasaré por alto que tenías mucho carácter, mismo que tengo como tu hija en herencia.  Hablaremos de esa yompa a cuadros negro y blanco, de tu blusa transparente color blanca con cuadritos delante, de tus tacones altos color negro  con tirantes cruzados y de tus medias negras con  una hilera en la parte de atrás que quitaron la respiración a más de uno porque tenías unas muy bien torneadas piernas, eras hermosa y eso me halaga, tenías tantas cualidades físicas, morales, sentimentales y humanas, eras genial  y todo el que te recuerda bien hablará de tu persona porque te lo supiste trabajar. 

Hasta siempre.........